"Campo de lechugas" Utopía Zamnesia

Domingo, 31 de Marzo de 2019 "Campo de lechugas"

23:15 trufas Utopía Zamnesia

Dani 5 gramos
Yuli 5 gramos

Castillo de Miranda

Fase de calentamiento un poco desagradable, un poco ganas de vomitar y como un cansancio extraño, menos mal que duró poco.

Fuimos caminando al atardecer por un camino que nos llevó al castillo de Miranda. (Aunque la verdad es que no encontramos ningún castillo). Subimos por una escalera muy chula. Ha quedado registrado que era bonita incluso a través de una cámara:

Escalera hacia el cielo.

Llegamos a un páramo y en seguida encontramos un sitio muy agradable donde nos tumbamos a pasar la tarde. En un momento determinado Yuli dijo que empezó a ver colores, imágenes y patrones tipo mandala y como en efecto contagio, yo empecé a ver como una mariposa verde que nadaba en un océano multicolor.

Entonces a Yuli le apareció un mono babuino con el que se empezó a comunicar, lo que provocó que le diera por reir a mandibula batiente. No podía parar. Yo no tuve un efecto tan potente, quizás porque aún estaba un poco con la gripe.

Entonces decidimos abrir los ojos y observar las nubes curiosamente. De esta forma Yuli siguió viendo gorilas en las nubes, aunque en poco rato todo se convirtió en un campo de lechugas con una columna vertebral enmedio que era de un dragón que iba desnudo y demás formas curiosas. Mas ataques de risa imparables. resulta curioso que incluso en la foto las nubes  que nos aparecieron eran como un lienzo de figuras ideal para descubrir fantasías.

El dedo señala un gorila.

Yo veía patrones de belleza incomparables, como espirales hechas con el rectángulo áureo y flores que cambiaban de forma, pero todo con un equilibrio increible. De repento, como por arte de magia, todas las nubes desaparecieron.

Fumamos un poco y nos fuimos a ver el catillo de Miranda, que nunca apareció. Al parecer no hay mas que unas murallas, el castillo es un fraude total.

Intentamos capturar los momentos de belleza con las cámaras de los móviles, pero como siempre, la tecnología es una porquería, especialmente los teléfonos bq, que por defecto tienen una opción que te convierte la cara en la de un monstruo.

De vuelta a casa una vez que apretaba el frío, aun nos deparó algunas sensaciones curiosas de belleza en cualquier cosa, una colilla en el suelo, unas plantas, una ventana rota y ya en casa, la cosa se calmó bastante, aunque aún estuvimos un par de horas con sensaciones interesantes.

Se podría decir que mi experiencia fué floja, pero la de Yuli fue bastante más potente. Tuvimos la ocurrencia de que quizás por un rato Yuli fué capaz de ver a través de mis ojos, porque ella normalmente no es capaz de ver formas en las nubes y yo si, pero durante esta experiencia, la cosa se cambió.

Como casi siempre, las serendipias suceden por doquier cuando entras en la otra dimensión. En esta ocasión, tras pasar la tarde hablando de Elfos, a 15 pasos de la entrada de casa de Yuli, encontramos este grafitti:
Serendipias en Miranda.

En definitiva: una experiencia muy buena, se confirma que las utopía son mis preferidas y esperando volver a tener otra experiencia parecida.

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